Antes de que el cigarrillo pueda ser consumido, este debe pasar por un
proceso en el cual las hojas de tabaco son cosechadas y curadas al sol. La
mayoría de hojas de tabaco son curadas por calor producido por fuego generando
un sabor ahumado y más fuerte.
El tabaco del cigarrillo, contiene entre 0,5 y 16% de
nicotina, pero esto depende de qué tipo de tabaco o cigarrillo sea y de que
empresa lo elabore. Al consumir un cigarrillo, se están inhalando 0.2 miligramos
de nicotina, lo que podría ser despreciable pero si sabemos que la dosis mortal
de la nicotina es de 50 miligramos, estamos hablando de una sustancia muy
peligrosa para el consumo. Algunas de las enfermedades más frecuentes causadas
por la nicotina a fumadores pasivos o activos son la intoxicación aguda
tabáquica o nicotínica. La nicotina es una de las 4000 sustancias nocivas más
peligrosas contenidas en el tabaco. Esta sustancia es aquella que produce
placer en el fumador desde el momento que la persona la inhala y el humo llega a
los pulmones y de ahí se dirige al torrente sanguíneo llevando la sustancia al
cerebro. Esto genera una adicción debido a que cuando se inhala esta sustancia el
fumador necesitará inhalar más para sentir el mismo placer de antes.
Cuando se enciende el cigarrillo y la combustión
empieza hay muchas sustancias químicas presentes, como cianuro de hidrógeno o
ácido cianhídrico (HCN), ,monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2),
óxido de nitrógeno, amoníaco, alquitrán, butano, metano y cadmio entre otras. Para
que estas no sean inhaladas de manera directa, el cigarrillo tiene en su
composición un filtro que logra detenerlas en su mayor cantidad. Estos filtros impiden
que las sustancias nocivas del cigarrillo se adhieran a las vías respiratorias
y generen cáncer de tráquea, bronquitis crónica, enfisema pulmonar, asma,
estrechamiento difuso e irreversible de las vías respiratorias, cáncer de
pulmón, la fonación (disfonía), gingivitis, piorrea, coloración amarilla de
dientes, cefaleas en la mañana, hipertensión arterial, etc. De igual manera
muchas sustancias químicas nocivas logran pasar por el filtro y las vías
respiratorias en el momento que estas sustancias entran al cuerpo humano, las
probabilidades de padecer cáncer de laringe serían del 70%, cáncer en la
cavidad oral del 50%, cáncer de esófago del 50%, cáncer de estómago del 50%, cáncer de vejiga 30-40%%, cáncer de páncreas
30%.[2]
En el mercado también existen los cigarrillos sin
filtro pero estos no son muy comunes para la venta debido a
que ya la gran mayoría de fumadores han tomado cierta conciencia y creen saber
que los cigarrillos sin filtro son más nocivos para la salud. Los cigarrillos
sin filtro son más peligrosos porque no retienen las sustancias nocivas. El
problema que tienen los cigarrillos con filtro, es que al retener las
sustancias nocivas, causan problemas en los dientes, lengua, paladar y encías
de los fumadores debido a que cuando una persona está consumiendo el cigarrillo,
esta tiene un contacto directo con la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario